jueves, 12 de diciembre de 2013

“LA EDUCACIÓN OBLIGATORIA: SU SENTIDO EDUCATIVO Y SOCIAL”

En la pasada sesión realizamos una dinámica grupal sobre el contenido de este artículo "La educación obligatoria: su sentido educativo y social", argumentándolo y extrayendo las ideas principales de cada apartado.
En primer lugar, realizaremos un resumen sobre el artículo en general, y a continuación, indicaremos las ideas principales de cada apartado.

La educación obligatoria es una experiencia universal que caracteriza a las sociedades modernas, como si se tratase de un rasgo antropológico de las mismas. Es un proyecto social y educativo que ha sido reconocido como un derecho universal porque encierra la posibilidad de dignificar al ser humano, al tiempo que contribuye a la mejora de la sociedad. Los peligros que hoy acechan a la educación obligatoria no se refieren tanto a su existencia y cobertura logradas, sino a la pérdida de su sentido emancipador para todos los que concurren a ella. La obligatoriedad significa no conformarse con abrir la escuela a todos, sino obligarse a hacer reales las oportunidades que promete ese derecho: su disfrute en condiciones de igualdad, el respeto a las diferencias no discriminadoras y su capacidad en la distribución de cultura. En esta obra, Gimeno Sacristan se preocupa por reavivar en la memoria colectiva el significado actual de este proyecto para no olvidar los retos pendientes que aún tiene por delante y revitalizar las razones que lo sustentan. Argumentar sobre lo que consideramos natural y definitivamente ya dado tiene el valor de recordarnos que ciertas conquistas sociales, como es la educación obligatoria, son logros precarios. Para infundirle vigor, no debemos dejar de alimentar los valores que la nutren y apoyan.

El primer apartado “La naturalidad de la diversidad”, argumenta que todos tenemos la misma naturaleza y derecho de igualdad, pero todos somos diferentes, así como, todos tenemos el mismo patrón pero cada uno es diferente. Hace hincapié en la existencia de heterogeneidad social que en la escuela debería de afrontar con normalidad la diversidad, y no ser homogeneizada. Concluyendo, que las escuelas no asumen la diversidad, por lo tanto, debería respetar las diferencias y apoyarlas para que no supongan desigualdades.

El segundo apartado “La diversidad se convierte en problema. El gusto por la normal y el nivel”, argumenta que el principio de la diversidad es un tópico, refiriéndose a una escuela y currículum con oportunidad para todos, es decir integrar actividades tanto abiertas como cerradas.

En el tercer apartado “Graduar la escolaridad obligatoria facilita el progreso ordenado, pero regula un ritmo para los estudiantes que son desiguales, defiende que para conseguir un mayor rendimiento académico, se debería separar los alumnos por conocimientos y no por edades como se hace actualmente. Referencia al sistema taylorista y a la escuela unitaria, implica un trabajo en colaboración entre los alumnos individuales y grupales.

En el cuarto apartado “Formas de elaborar la complejidad provocada por la diversidad”, la importancia de diseñar un currículum común atractivo con contenidos y actividades abiertas (plantear el currículum, un resultado no entandad, respuestas abiertas y un éxito garantizado para todos). Se refiere a los libros de texto como un simple recurso y apoyo, no como la principal fuente de conocimiento.

En el quinto y último apartado “La escuela pública y comprensiva como respuesta a las desigualdades y a las diferencias”, hace hincapié a la importancia de unos mismos centros públicos y un currículum que fomente la educación igual para todos, así como la diversidad.

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